Algo a tener en cuenta cuando tratamos el tema del estrés es saber exactamente de lo que estamos
hablando. Una definición sencilla seria la siguiente: El estrés es un estado de
tensión tanto emocional como física que
esta producido por una serie de situaciones tanto mentales como ambientales que
nos hacen sentir preocupados frustrados y nerviosos.
Cuando nos damos cuenta de que estamos padeciendo estrés lo
primero es tomar una serie de medidas básicas. Comer de manera saludable y
equilibrada, respetar las horas de sueño, hacer deporte, etc. Y un aspecto
fundamental que hemos de subrayar es abstenernos de tomar sustancias que
alteren nuestro estado mental como por ejemplo café, nicotina, alcohol y
por supuesto cualquier otro tipo de droga de carácter ilegal. También es importante
practicar actividades que nos relajen, así como encontrar un equilibrio y una rutina adecuada entre las horas
de trabajo y la vida familiar.
Una vez mencionadas las medidas básicas y que hemos tomado
conciencia de que estamos padeciendo una situación de estrés es cuando podemos
empezar a utilizar las propiedades de los minerales para aliviarnos de esta
común y desagradable patología.
Hemos de tener en cuenta que cada cristal tiene una manera
diferente de actuar sobre el estrés, algunas nos alivian físicamente, otras
sacan a la luz la raíz del problema, también nos pueden aportar decisión y
confianza para afrontar la situación. Dependerá de cada uno de nosotros decidir
cual es la que mas nos conviene.
El primer mineral que vamos a comentar es la obsidiana.
Estamos ante un mineral que posee una capacidad tremendamente eficaz para
purgarnos y sacar a la luz todo aquello que subyace bajo nuestro estrés. Lo
saca a la luz y lo pone ante nosotros para que lo reconozcamos y podamos
asimilarlo, de esta manera lo diluiremos y recuperaremos la paz. Así mismo conseguiremos una sanación permanente mas que un remedio paliativo.
Un mineral muy interesante para afrontar las situaciones de estrés
es el ónix u ónice. En este caso nos aportara fortaleza y confianza en las
situaciones difíciles y confusas, como las que se dan en casos en los que estamos
sometidos a altas dosis de estrés tanto físico como mental. El ónix tiene la
propiedad añadida de aportarnos claridad de ideas respecto al futuro, permitiéndonos
tomar las decisiones mas adecuadas en cada momento.
La turmalina es muy utilizada también en momentos de tensión
gracias a su capacidad de disolver la tensión y el estrés tanto mental como
físico. En este caso su efectos son especialmente positivos sobre el cuerpo de
la persona que lo porta. Además la turmalina relaja y estimula una actitud
positiva cualesquiera que sean las situaciones que nos rodeen.
Un cristal cuasi legendario cuando hablamos de estrés tanto
físico como mental es la
amatista. Sus efectos son altamente relajantes tanto a nivel físico como
mental. Una de las maneras mas eficaces de utilízarlo es tumbándonos en lugar
tranquilo a ser posible con una música que nos relaje en penumbra y colocándonoslo en el tercer
ojo, justo por encima de la raíz de la nariz aproximadamente a dos dedos por
encima de la misma. Con este sencillo método podréis calmar vuestra mente de
una forma rápida y eficaz.
Como ultimo mineral pero no por ello menos eficaz encontramos
el lapislázuli. Este poderoso y mágico mineral es poseedor propiedades
calmantes que atraen a nuestra vida paz y serenidad.
Como conclusión decir que el estrés es un llamada de atención del cuerpo
para que nos demos cuenta de que hay algo que no funciona bien en nuestra vida,
por lo que es fundamental que tomemos conciencia del problema si es que estamos
ante una situación crónica y tomar las medidas adecuadas para eliminar el
problema. Si no tomamos las acciones apropiadas el estrés casi siempre acaba degenerando
en problemas físicos que en muchas ocasiones pueden llegar a ser realmente graves.
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