Vamos ha hablar de una de las piedra mas bellas evocadoras y misteriosas que existen, el lapislázuli. Una piedra extraordinariamente hermosa con su mágico azul, sus oros y esos puntos plateados que nos trasladan a las noches más bellas y mágicas.
Su nombre proviene del latín ‘lapis’ piedra y lazuli su origen proviene del sánscrito rāja-āvárta real joya. Que evoluciono al árabe clásico lāzaward y de aquí latín medieval lázulum.
El color azul de este mineral es símbolo de salud, suerte y de pureza, lo que hizo que fuera utilizado en la antigua babilonia y Egipto para crear ornamentos funerarios.
El lapislázuli es un mineral que espiritualmente estimula la apertura del tercer ojo y equilibra el chacra garganta. Facilita el trabajo con los sueños las capacidades psíquicas los viajes espirituales y las capacidades personales. Nos trae serenidad y una paz profunda.
El lapislázuli como amuleto nos protege de los ataques psíquicos, bloqueándolos y devolviéndolo a su fuente.
Es un mineral que nos armoniza y equilibra en el ámbito espiritual, emocional y psíquico.
Te anima a hacerte cargo de tu vida. Estimula el autoconocimiento. El lapislázuli aporta serenidad, honestidad y rectitud.
Esta piedra deshace la tendencia a la auto mortificación, la crueldad y el sufrimiento.
En cuanto a sus facultades curativas tradicionalmente se ha utilizado contra el dolor de cabeza y para superar la depresión.
El lapislázuli es bueno para el sistema respiratorio, nervioso y la garganta.
Nos ayuda a superar las perdidas de audición y nos alivia el insomnio y el vértigo.
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