En la mayoría de los casos programar un cristal no es necesario ya que los
utilizamos por sus propias características y por lo tanto en su estado natural
ya nos son útiles. Pero en otras ocasiones queremos emplearlos para algo concreto y queremos maximizar la eficacia del mismo.
Por ejemplo para que nos aporte tranquilidad ante una situación complicada, una situación personal anómala, problemas emocionales, etc.
Es muy interesante cuando
vamos a regalar un cristal el programarlo para que se convierta en protector y
benefactor del ser querido destinatario del mismo. Es importante cuando elijamos
el cristal tener en mente a la persona que va a recibir el cristal
para que cuando veamos el mineral sepamos que es el mas adecuado para el. Sobra
añadir que nunca hemos de programar un cristal para otra persona con el fin de
conseguir algo para nosotros mismos.
Lo primero cuando vamos a
cargar un cristal es elegir el mineral mas adecuado al propósito que estamos
buscando. Mentalmente hemos de elegir las palabras exactas de nuestra intención, por ejemplo “programo este cristal para que me de confianza
en este examen”. Posteriormente nos relajaremos profundamente con el cristal
entre nuestras manos hasta que sintamos la energía del cristal. Cuando hemos
conectado es cuando hemos de transmitir nuestro proposito al cristal, de forma
mental, visualizando o en voz
alta. Esta operación la repetiremos dos
o tres veces para que el cristal quede totalmente programado una vez cargado lo mejor es apartar nuestra atención del mismo y dejar
que actúe sin nuestra interferencias.
Me gusto tu blog.
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