La malaquita es uno de los minerales que llevan acompañando
al hombre desde la mas remota
antigüedad. Esto es debido principalmente
a sus magnificas propiedades de
carácter visionario curativas y de evolución espiritual.
Sus propiedades eran ya conocidas y utilizadas en el antiguo
Egipto, donde las clases dominantes la
consideraban un mineral de poder que atraía energías benefactoras para sus poseedores.
Además se sabe que la utilizaban como antiinflamatorio. Hoy en día se sabe que
la malaquita contiene una gran cantidad de cobre, que como bien sabemos hoy en día
tiene cualidades antiinflamatorias, con lo que podemos comprobar una vez mas el
profundo conocimiento que tenían los egipcios de si mismos y de su entorno.
Moliéndola la aplicaban sobre las heridas para desinfectarlas. Esta propiedad
desintoxicante de los minerales tóxicos tendría un principio similar al de la
homeopatía “lo similar cura lo similar” Los cristales en este caso nos
aportaría en dosis ínfimas a través de su vibración algo que en grandes
dosis seria venenoso.
Otro curiosidad que podemos destacar de los egipcios con la
malaquita es la costumbre de forrar con este mineral los tocados de los
faraones. Con lo que pretendían aportar a sus decisiones una influencia
positiva así como claridad mental.
En la actualidad podemos encontrar dos vertientes diferentes
en cuanto a los usos que hacemos de la malaquita que curiosamente
difieren poco de las que se le daban en la antigüedad. Por un lado tenemos sus
cualidades como sanadora de problemas físicos, y por otro lado tenemos su
aspecto mas espiritual como fuente de inspiración y guía en nuestro camino de
evolución.
Habría que destacar que el chakra sobre el que posee una especial utilidad es el del plexo solar, colocada
sobre este podremos aclarar los traumas y
emociones reprimidas que puedan estar bloqueándolo. Cuando el plexo
solar esta abierto la energía se mueve libremente entre los chakras
superiores y los inferiores, con lo que conseguimos una rápida mejora en
nuestra salud y nuestra relación con nuestro entorno. Cuando se coloca
directamente sobre el plexo solar, la tensión del diafragma queda liberada y se
restablece una respiración profunda y relajada. Equilibrando la energía entre
el chakra corazón y el chakra ombligo, creando un estado físico de profundo bienestar.
Desde un punto de vista mas espiritual estamos ante un
mineral que puede convertirse en un gran
compañero de evolución. Vemos en la malaquita un verde oscuro que nos transmite una
sensación de poder sobre la naturaleza, esto nos transmite el mensaje del
gobierno del alma sobre la naturaleza humana mas instintiva.
La malaquita es un mineral que puede sernos de gran utilidad
cuando nos encontremos en un proceso de purificación. La malaquita actúa como
un purgante en el que nuestra mente se convierte en un espejo donde queda
reflejado todo aquello que debe purificarse. La malaquita es un fiel
compañero que te dirá la verdad sobre ti mismo, te ayudara a sacar a relucir aquello que es invisible para la
mente consciente y su posterior asimilación.
La mejor manera de sintonizarnos con la malaquita es
colocándola sobre el tercer ojo. De esta manera podremos activar la visualización y la visión psíquica. Así mismo tendremos una poderosa herramienta para
adquirir conocimiento interno así como concentración durante la meditación.
Psicológicamente la malaquita es una piedra de transformación.
La vida se vive mas intensamente bajo la influencia de la malaquita. Poderoso
mineral que te anima a cambiar y asumir riesgos.
Muestra despiadadamente lo que impide tu crecimiento
espiritual. La malaquita manifiesta sentimientos profundos y causas
psicosomáticas, rompe vínculos no deseados y patrones trasnochados, nos enseña
a asumir la responsabilidad por las propias acciones, pensamientos y
sentimientos. Nos libera de inhibiciones y anima a expresar nuestras emociones
y sentimientos internos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario